Entrada destacada

LA BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA: PRÁCTICA DE UN COMENTARIO DE TEXTO CON CITAS BIBLIOGRÁFICAS

Pedro II de Aragón.  LA BATALLA (Transcripción del romance) Los moros que estauan atados, como es dicho, et que se non podíen ...

viernes, 21 de enero de 2022

COMENTARIO DE UN MAPA DE CONSTANTINOPLA EN LA EDAD MEDIA*

 

Observación detenida del mapa y de su leyenda

Leyenda del mapa:

-       Recinto amurallado

-       Barrio comercial

-       Vías y foros

-       Iglesias

-       Cisternas

-       Puertos

-       Acueducto

Observación del mapa:

Oeste-Este (desde la Muralla Teodosio, hasta, Barrio Comercial)

-       Muralla de Teodosio.

-       Muralla de Constantino.

-       Santos Apóstoles.

-       Vía Triunfal.

-       Puerto de Teodosio.

-       Foro Arcadio, Teodosio y Constantino.

-       Muralla de Septimio Severo

-       Barrio comercial: Acrópolis, Senado, Palacio imperial, Iglesias

1) Clasificación del mapa según tipología.

El mapa indicado para su comentario sería un mapa cultural, al mostrar un fenómeno urbanístico encuadrado en su situación geográfica, consistente en la representación de un croquis de Constantinopla en la Edad Media.

Refleja las principales construcciones urbanísticas y realizaciones arquitectónicas vigentes en su época, encontrando elementos con origen en épocas anteriores a su fundación por parte de Constantino (324) y realidades posteriores a la misma, tal como construcciones de época de Justiniano (mediados del siglo VI).

 

2) Situación en su contexto histórico.

El mapa en cuestión representa la situación de distintos elementos urbanísticos en la ciudad de Constantinopla, muestra del devenir y de la importancia histórica de la misma, pues se originan en distintas épocas, coexistiendo en la etapa medieval de la ciudad.

Constantinopla como tal es fundada por el emperador Constantino en el año 324, sobre lo que era la antigua Bizancio, colonia fundada por los colonos griegos de Megara unos diez siglos antes (Biblioteca Cervantes Virtual, 2011). La ciudad será capital de Imperio Romano y, posteriormente, será “centro del mundo”, como capital del Imperio Bizantino: será en el año 395, al quebrarse la unidad del imperio Romano, cuando adquiera el rango de centro del gobierno del Imperio Romano de Oriente (Detomasi, 1981). A partir del siglo V irá adquiriendo una individualidad, tal que con Justiniano ((527-565) llegará la expansión de Bizancio y se producirá una primera Edad de Oro (Donado y Echevarría, 2010).

Tras la ruptura con el pasado romano y la consolidación bizantina con la dinastía heracliana (610-717), se enfrentará repetidamente al asedio árabe con la dinastía isáurica (717-820). Tras un renacimiento bajo la dinastía frigia ((820-867), conocerá convulsiones político-religiosas, que desembocarán en el Cisma entre la Iglesia de Oriente y el Papado a mediados del siglo XI; será saqueada por ejércitos de la Cuarta Cruzada a principios del siglo XIII y, finalmente, en el año 1453 los turcos otomanos penetrarán en Constantinopla (Donado y Echevarría, 2010).

 

3) Explicación del contenido.

Un aspecto importante en el mapa a comentar es la ausencia de una datación cronológica específica correspondiente al mismo, es decir, se indica en su título “en la Edad Media”, pero no se especifica en qué periodo de la misma se refiere. Se indican construcciones de época de Justiniano, tal como el templo de Santa Sofía (532-577), por lo que el mapa es posterior, pero, desde entonces hasta la toma de la ciudad por los turcos transcurren 900 años. El mapa no indica textualmente en qué época dentro de ese periodo se encuentra, lo cual dota de imprecisión.

En cuanto a descripción geográfica, se advierte la situación en la península de los Balcanes, donde el estrecho del Bósforo comunica al Mar Negro con el Mar de Mármara, protegida por un promontorio y una bahía, tal que podría sentirse segura por vía marítima (Detomasi, 1981).

Ya respecto a las representaciones indicadas en el mapa, se indican las construcciones y trazado urbanístico de la ciudad. Se percibe en el mapa las tres murallas existentes, de épocas distintas: la muralla de Septimio Severo (193-211), asediada por éste a finales del siglo II y reconstruida por él mismo posteriormente, la de Constantino –en el 330- y, finalmente, la de Teodosio, en el 413, lo que muestra las sucesivas ampliaciones de la ciudad y su crecimiento demográfico. En el extremo oriental de la ciudad se advierte la parte más antigua, con construcciones de la época griega, en concreto la Acrópolis; también se reflejan edificios de época romana anterior a la separación del imperio, tal como el Hipódromo (Septimio Severo).

Por otro lado, durante el reinado de Teodosio II la población se concentraba más al norte que al sur del triángulo reflejado; es la época de ampliación del perímetro con la construcción de la muralla de Teodosio en el 413, para proteger las grandes cisternas que abastecen de agua a la ciudad (Pérez Martín, 2004), según se aprecia en el mapa. En éste se perciben grandes espacios públicos que alojan a la vida ciudadana, tal como el citado Hipódromo, la arteria central que recorre la ciudad desde el Palacio Imperial hasta las Puerta Dorada o Puerta de Adrianópolis ó los grandes foros de Constantino o Teodosio.

El mapa también muestra atención a edificios de carácter religioso. En la parte más antigua de la ciudad –extremo oriental- se encuentran los templos de Santa Irene y Santa Sofía. La importancia de éste último refleja la indicada “Primera Edad de Oro”, mandado construir por Justiniano como contestación a de San Juan de Letrán en Roma. Se localizan también en el mapa otras edificaciones religiosas, en algunos casos sin leyenda, destacando en el extremo sur occidental el monasterio de San Juan de Estudios, centro religioso y cultural (Pérez Martín, 2004).

El mapa también señala las principales redes de comunicación. Son de carácter rectilíneo, destacando la Vía Triunfal, única con denominación textual en la representación. Dos vías bordean la costa y una central discurre paralela al acueducto, que completa el abastecimiento de agua desde las cisternas, mostradas en la representación. Finalmente, se señalan los distintos puertos de la ciudad, de capital importancia como vías de comunicación, tanto alojados en el mar de Mármara como en el Cuerno de Oro.

 

4) Conclusión.

Constantinopla fue una ciudad creada, por parte de Constantino, para ser capital de un imperio y gloria de su emperador, emulando a Roma. Esta imitación y filosofía se refleja en sus construcciones y su trazado, con grandes vías principales rectilíneas, que parten de las puertas abiertas en su muralla más exterior hasta desembocar en su núcleo primigenio, parte más antigua que acoge los edificios imperiales representativos, de índole política y también religiosa. La abundancia de cisternas y acueducto nos habla de su volumen de población, acorde con su importancia en el orbe como capital imperial, encrucijada de oriente y occidente. Sus edificios de carácter religioso indican su representatividad dentro del cristianismo, también en competencia con Roma.

BIBLIOGRAFÍA

Donado Vara, J. y Echevarría Arsuaga, A. (2010): La Edad Media I (siglos V-XII). Madrid: Editorial Universitaria Ramón Areces (1ª ed, 2ª reimpr).

Barcala, A. (1985): Las universidades españolas durante la Edad Media. CSIC. Anuario de Estudios Medievales, 15. Pág. 83-126.

Berier de Sauvigny, G. (2009): Historia de Francia. Ediciones Rialp. Madrid.

Biblioteca Cervantes Virtual (2011): Constantinopla durante la Edad Media. Breve historia de la ciudad. Artículo disponible en la web: http://bib.cervantesvirtual.com/portal/constantinopla/pcuartonivel.jsp?conten=periodos&pagina=edadmedia_1.jsp&tit3=Constantinopla+durante+la+Edad+Media, web de la fundación Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, portal de contenidos en español.

Detomasi, J. (1981): Bizancio y el islam. Cuadernos de estudio, 13, serie Historia Universal. Cincel, Kapelusz, Madrid.

Esposito, J.L. (2004): El Islam. 94 preguntas básicas. Alianza Editorial. Madrid.

Guijarro, S. (2008): El saber de los claustros: las escuelas monásticas y catedralicias en la Edad Media. ARBOR Ciencia, Pensamiento y Cultura, CLXXXIV, 73, mayo-junio 2008. Pág. 443-455.

Junta de Castilla y León (2011): Grandes invasiones y fin del Imperio Romano Occidental. Artículo disponible en la web http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/contextos/784.htm, web de la revista digital Artehistoria, portal dedicado a estudios históricos y sobre Arte. Último acceso: diciembre 2011.

Khouri, A. (1981): Los fundamentos del islam. Herder. Barcelona.

Navarro, F. (director) (2004): Historia Universal. Tomo 10, La Edad Media. Salvat. Barcelona.

Orlandis, J. (2004): Europa y sus raíces cristianas. Ediciones Rialp. Madrid.

Pérez Martín, I. (2004): La geografía erudita de Constantinopla. En Cortés, M. (2004): Elogio de Constantinopla. Universidad de Castilla-La Mancha, Cuenca, pág. 52-83.

Reale, G., Antiseri, D. (1991): Historia del pensamiento filosófico y científico. Vol I. Herder. Barcelona.

*Este comentario de Constantinopla fue presentado por un estudiante en las PEC del curso 2011-2012 de la asignatura de Historia Medieval de la UNED, en el Centro de Barbastro. Lo he copiado en nuestro Blog tal cual, no puede ser más sencillo ni más completo un comentario de mapa. No he citado su nombre, pero si el lo lee seguro que lo recordará. Lo utilice en cursos siguientes como material docente por su calidad. 

domingo, 7 de marzo de 2021

COMENTARIO DEL MAPA: “OFENSIVA CRISTIANA EN ÉPOCA DE ALFONSO VII”

 

Pautas para el comentario de un mapa histórico

1.    Observación detenida del mapa y de su leyenda.

2.    Clasificación del mapa según su tipología: político, político-social, económico, demográfico, cultural, etc.

3.    Situar el mapa en su contexto histórico, escribiendo un resumen de los acontecimientos que representa.

4.    Explicación del contenido, analizando los datos que ofrece el mapa: fechas, nombres de ciudades, flechas que indican determinados movimientos, gráficos (si los hubiera), límites o fronteras, evolución de los procesos.

5.    Conclusión: Comentar la importancia del hecho representado desde el punto de vista histórico. Compararlo, si es posible, con otros sucesos históricos y lugares durante el mismo periodo.


OFENSIVA CRISTIANA EN ÉPOCA DE ALFONSO VII

Observación detenida del mapa y de su leyenda.

Leyenda del mapa.

-       Reinos cristianos.

-       Frontera cristiana recuperada a los almorávides por Alfonso VII.

-       Al-Ándalus.

-       Campaña de Alfonso VII en 1133.

-       Campaña de 1138.

-       Campaña de Almería en 1147.

-       Apoyo por mar a la campaña de Almería.

-       Campañas portuguesas (Lisboa, 1147).

-       Campaña de 1144.

-       Campaña de 1152.

Observación del mapa.

-       Identificamos los reinos cristianos al norte en color amarillo. De oeste a este, Reino de Portugal, Reino de León y Castilla, Reino de Pamplona y Corona de Aragón. 

-       Vemos al sur de Toledo una mancha verde que representa la frontera recuperada, desde Coria hasta Molina.

-       Al sur de este espacio recuperado esta Al-Ándalus.

-       Vemos en territorio de Al-Ándalus una serie de flechas representativas de las sucesivas ofensivas de Alfonso VII, una de ellas por el oeste en territorio cristiano de Portugal y otra por mar de Barcelona a Almería.


1. Clasificación del mapa según su tipología[1]: político, político-social, económico, demográfico, cultural, etc.

Se puede clasificar como un mapa político. Muestra las fronteras entre los reinos cristianos, así como la extensión de los espacios de fricción, las direcciones de las campañas ofensivas y la ubicación de las ciudades más importantes.

2. Situar el mapa en su contexto histórico, escribiendo un resumen de los acontecimientos que representa.

El final del reinado de Alfonso VI con su imperio hispánico hecho realidad, está marcado por la guerra contra los musulmanes y los problemas sucesorios en el reinado de Urraca. Los musulmanes reciben un gran impulso con los almorávides, estos le derrotan en Uclés en 1108. Esta batalla trajo un grave problema sucesorio por la muerte de su heredero varón el infante Sancho. A su hija legítima Urraca -luego reina-, la había casado con el conde Raimundo de Borgoña, de esta unión nació en 1105 Alfonso Raimúndez, futuro Alfonso VII.

Cuando muere el infante Sancho le corresponde el trono al pequeño Alfonso Raimúndez, pero ante una mayoría de edad lejana, la ya viuda Urraca es presionada para casarse con Alfonso I el Batallador de Aragón. Se casan en 1109, el año en que murió Alfonso VI. El matrimonio fue un fracaso, no tuvieron descendencia y fue anulado en 1114 por el Papa.

Desde el comienzo del reinado de Urraca (1109-1126) el caos se apoderó del reino, Alfonso I de Aragón, intervenía en la parte oriental de Castilla y apoyaba todos los intentos de rebelión que en ese territorio se organizan, sobre todo en el mundo urbano y en los Burgos del Camino de Santiago, contra la facción de Alfonso Raimundez el otro aspirante al trono. Las revueltas que entre 1111 y 1116 tuvieron lugar en Sahagún, Santiago y otras localidades del camino contra sus señores eclesiásticos, no se pueden explicar sin esta pugna dinástica y guerra civil, entre esta fracción y Alfonso el Batallador; al final era proclamado en Santiago sucesor de su madre (1116) Alfonso Raimundez. 

Alfonso VII heredaba el reino en 1126. Se habían desvanecido las tensiones internas. Las relaciones con Barcelona eran buenas, gracias al matrimonio con Berenguela (1128). Tenía un fuerte rival en Alfonso el Batallador, que controlaba áreas castellanas de Soria, La Rioja, Álava y Burgos. Cuando muere el aragonés estas zonas pasaron a Castilla. Incluso Alfonso VII llegó a ocupar temporalmente Zaragoza. Este rey en aquel momento (década de los treinta) era la persona más poderosa de la península. Los demás reyes cristianos aceptaban su condición de emperador hispánico y se declararon vasallos suyos. Lo hizo García Ramírez de Pamplona, Ramiro II de Aragón y luego lo haría su cuñado Ramón Berenguer IV.

La coronación de Alfonso VII como Imperator Totius Hispaniae, en un acto solemne celebrado en León en 1135, representaba la cúspide del poder del monarca. Solo un problema en esta hegemonía sobre los reinos cristianos, Alfonso Henriques aun reconociéndose vasallo del emperador leonés en 1127, proclamaba su condición de rey de Portugal; años después entre 1139 y 1143 se consumó un proceso de segregación de Portugal con el reconocimiento del Papado. Aunque el imperium hispánico de Alfonso VII no se tambaleaba, los efectos a largo plazo fueron el nacimiento de un reino independiente en los siglos venideros.

Alfonso VII destacó además por los avances frente a los musulmanes. Los almorávides se habían debilitado y aparecían insumisiones regionales. Las llamadas segundas taifas, que socavarían la unidad almorávide coinciden con los éxitos de Alfonso VII, que incluso llego hasta Almería en 1147.

Los musulmanes no se recuperan hasta la llegada de los almohades, que iniciaron un proceso de unificación andalusí. Alfonso VII moría poco después de que en 1157 los sarracenos recuperaran Almería.

3. Explicación del contenido, analizando los datos que ofrece el mapa: fechas, nombres de ciudades, flechas que indican determinados movimientos, gráficos (si los hubiera), límites o fronteras, evolución de los procesos.

Identificamos en el norte del mapa a los reinos cristianos. Al sur de ellos, vemos una línea que va desde Lisboa al norte de Coria, pasando por sur de Toledo y por el norte de Molina, al sur de la línea esta Calatrava; es la frontera cristiana recuperada a los almorávides por Alfonso VII. Al oeste del mapa entre Coímbra y Lisboa vemos una flecha que indica las campañas portuguesas contra Lisboa en el 1147.

Al sur de este espacio de frontera, vemos Al-Ándalus con los éxitos de este rey representados por flechas: en rojo las campañas de 1133, parten de Toledo, hacia Córdoba, Sevilla y Cádiz. Las flechas en azul son la campaña de 1138, partiendo de Toledo y de Calatrava hacia tres direcciones, Andujar, Úbeda y Baeza, desde aquí a Jaén.  De Jaén parte la campaña de 1144, hacia Granada y Almería. Y de Baeza parte la de 1152 hacia Lorca y Guadix. La campaña más al sur es la de Almería en 1147, por tierra y por mar.

4. Conclusión: Comentar la importancia del hecho representado desde el punto de vista histórico. Compararlo, si es posible, con otros sucesos históricos y lugares durante el mismo periodo.

Esta ofensiva cristiana catalizada por el rey Alfonso VII fue muy importante. En aquel momento a partir de 1130, fue el rey cristiano más poderoso de la península, los demás reyes aceptaban su condición de emperador hispánico y se declararon vasallos suyos. Lo hizo García Ramírez de Pamplona, Ramiro II de Aragón y luego lo haría su yerno Ramón Berenguer IV.

Otro suceso histórico próximo es la formación de la Corona de Aragón, que equilibraría el poder de Castilla a lo largo de muchos años. La unión del Reino de Aragón y del Condado de Barcelona, fue facilitada por el testamento de Alfonso I que cedió sus dominios a las órdenes militares; testamento que no fue cumplido ni por la aristocracia aragonesa, ni por la Navarra que recuperará su reino desaparecido. Se materializa con el matrimonio de la hija del hermano de Alfonso, Ramiro “El Monje”, doña Petronila y de Ramón Berenguer IV Conde de Barcelona.

 

***

 

OFENSIVA CRISTIANA EN ÉPOCA DE ALFONSO VII

(Así queda el comentario suprimiendo epígrafes y resumiendo los contenidos). 

Se puede clasificar como un mapa político. Muestra las fronteras entre los reinos cristianos, así como la extensión de los espacios de fricción, las direcciones de las campañas ofensivas y la ubicación de las ciudades más importantes.

El final del reinado de Alfonso VI con su imperio hispánico hecho realidad, está marcado por la guerra contra los musulmanes y los problemas sucesorios en el reinado de Urraca. Desde el comienzo del reinado de Urraca (1109-1126) el caos se apoderó del reino, Alfonso I de Aragón, intervenía en la parte oriental de Castilla y apoyaba todos los intentos de rebelión contra la facción de Alfonso Raimundez (Alfonso VII) el otro aspirante al trono.  

Alfonso VII heredaba el reino en 1126. Se habían desvanecido las tensiones internas, las relaciones con Barcelona eran buenas gracias al matrimonio con Berenguela (1128), aunque tenía un fuerte rival en Alfonso el Batallador que controlaba áreas castellanas de Soria, La Rioja, Álava y Burgos. Cuando muere el aragonés estas zonas pasaron a Castilla, incluso Alfonso VII llegó a ocupar temporalmente Zaragoza. Este rey era la persona más poderosa de la península. Los demás reyes cristianos aceptaban su condición de emperador hispánico y se declararon vasallos suyos. Lo hizo García Ramírez de Pamplona, Ramiro II de Aragón y luego lo haría su cuñado Ramón Berenguer IV.

La coronación de Alfonso VII como Imperator Totius Hispaniae, en un acto solemne celebrado en León en 1135, representaba la cúspide del poder del monarca. Solo tuvo un problema en esta hegemonía sobre los reinos cristianos, que Alfonso Henriques aun reconociéndose vasallo del emperador leonés en 1127 proclamaba su condición de rey de Portugal; los efectos a largo plazo fueron el nacimiento de un reino independiente.

Alfonso VII destacó además por los avances frente a los musulmanes. Los almorávides se habían debilitado y aparecían insumisiones regionales, las llamadas segundas taifas, que socavarían la unidad almorávide y coinciden con los éxitos de Alfonso VII, que incluso llego hasta Almería en 1147. Los musulmanes no se recuperan hasta la llegada de los almohades, que iniciaron un proceso de unificación andalusí. Alfonso VII moría poco después de que en 1157 los sarracenos recuperaran Almería.

Identificamos en el norte del mapa a los reinos cristianos. Al sur de ellos, vemos una línea que va desde Lisboa al norte de Coria, pasando por el sur de Toledo y por el norte de Molina, al sur la línea llega hasta Calatrava; es la frontera cristiana recuperada a los almorávides por Alfonso VII. Al oeste del mapa entre Coímbra y Lisboa vemos una flecha que indica las campañas portuguesas contra Lisboa en el 1147. 

Al sur de este espacio de frontera, vemos Al-Ándalus con los éxitos de este rey representados por flechas: en rojo las campañas de 1133, parten de Toledo, hacia Córdoba, Sevilla y Cádiz. Las flechas en azul son la campaña de 1138, partiendo de Toledo y de Calatrava hacia tres direcciones, Andujar, Úbeda y Baeza, desde aquí a Jaén.  De Jaén parte la campaña de 1144. Y de Baeza parte la de 1152 hacia Lorca y Guadix. La campaña más al sur es la de Almería en 1147, por tierra y por mar.

Esta ofensiva cristiana catalizada por el rey Alfonso VII fue muy importante, en aquel momento a partir de 1130, era el rey cristiano más poderoso de la península, los demás reyes aceptaban su condición de emperador hispánico y se declararon vasallos suyos.

Otro suceso histórico próximo es la formación de la Corona de Aragón, que equilibraría el poder de Castilla a lo largo de muchos años. La unión del Reino de Aragón y del Condado de Barcelona, fue facilitada por el testamento de Alfonso I que cedió sus dominios a las órdenes militares; testamento que no fue cumplido ni por la aristocracia aragonesa, ni por la Navarra que recuperaría su reino desaparecido. Se materializa con el matrimonio de la hija del hermano de Alfonso, Ramiro “El Monje”, doña Petronila de Aragón y de Ramón Berenguer IV Conde de Barcelona.

 

 

Bibliografía

ÁLVAREZ PALENZUELA, V. A. (coord.). Historia de España de la Edad Media. Barcelona: Ariel, 2011.

MARTÍN RODRÍGUEZ, J. L. Manual de Historia de España. Vol. 2: La España Medieval. Madrid: Historia 16, 1993.

MONSALVO ANTÓN, J. M. Atlas Histórico de la España Medieval. Madrid: Síntesis, 2010.

 



[1] Los documentos cartográficos históricos pueden ser mapas políticos (muestran fronteras entre estados, su evolución, extensión, guerras, etc..); mapas político-sociales (revelando la extensión de una revolución, de cualquier problema o hecho social, etc..); mapas económicos (situación de áreas económicas -de cualquier sector-, vías de comunicación, rutas comerciales, etc..); mapas demográficos (movimientos de población, densidades de población, etc..); mapas culturales (distribución de un movimiento artístico, extensión de una cultura, de un movimiento cultural, de centros educativos…). Página Web del profesor: Porfirio Sanz Camañes (UCLM).

 


miércoles, 1 de enero de 2020

LOS TRES ÓRDENES DE LA SOCIEDAD FEUDAL

COMENTARIO DE TEXTO
      El orden eclesiástico no compone sino un sólo cuerpo.En cambio, la sociedad está dividida en tres órdenes. Aparte del ya citado, la ley reconoce otras dos condiciones: el noble y el siervo que no se rigen por la misma ley.
Los nobles son los guerreros, los protectores de las iglesias. Defienden a todo el pueblo, a los grandes lo mismo que a los pequeños y al mismo tiempo se protegen a ellos mismos. La otra clase es la de los siervos. Esta raza de desgraciados no posee nada sin sufrimiento. Provisiones y vestidos son suministradas a todos por ellos, pues los hombres libres no pueden valerse sin ellos.
Así pues, la ciudad de Dios que es tenida como una, en realidad es triple. Unos rezan, otros luchan y otros trabajan. Los tres órdenes viven juntos y no sufrirían una separación. Los servicios de cada uno de estos órdenes permiten los trabajos de los otros dos. Y cada uno a su vez presta apoyo a los demás. Mientras esta ley ha estado en vigor el mundo ha estado en paz.
Pero, ahora, las leyes se debilitan y toda paz desaparece. Cambian las costumbres de los hombres y cambia también la división de la sociedad.
ADALBERON DE LAON, "Carmen ad Robertum regem francorum" (a.998). Recoge. M. Artola, "Textos fundamentales para la Historia", Madrid, 1968, p. 70
Un vasallo arrodillado realiza la inmixtio manum durante el homenaje a su señor (Wiquipedia)
1) Clasificación del documento
Este documento es un fragmento de la obra “Carmen ad Robertum regem francorum”, escrito en el año 998 por Adalberon de Laon. Fue recogido por M. Artola en “Textos fundamentales para la Historia” editado en Madrid en 1968.
Se trata de un texto de carácter público, y es una fuente primaria. Puede ser considerado de carácter histórico-literario, y posee ciertas notas subjetivas.
Su autor nació a mediados del S. X en Lorena. Fue discípulo de Gerbert (su metropolitano); estudió en Reims y perteneció al Cabildo Catedralicio de la catedral de Metz. Sus progresos le supusieron ser uno de los hombres más doctos o ilustres del reino, y supo granjearse el favor de Lotario, rey de Francia, quien en el 977 le nombró obispo de Laon. Gobernó en su iglesia durante 53 años, y murió en el 1030, un año antes que el rey Roberto II de Francia, al que dedicó este poema satírico en forma de diálogo. En él argumentó contra las reformas monásticas y episcopales de su época.

2) Esquema del texto (o análisis del texto)
En el texto podemos diferenciar tres partes:
Idea inicial: recogida en las nueve primeras líneas, nos describe cómo estaba distribuida la sociedad feudal de la época. Se habla del orden eclesiástico compuesto por un solo cuerpo y de la sociedad en general dividida en tres órdenes: 1º los nobles (bellatores) encargados de salvaguardar la Iglesia, los fieles y el orden social; 2º los siervos o laboratores, encargados de trabajar para la obtención del alimento, y con una categoría social inferior; 3º el orden eclesiástico (oratores) del que se habla al principio.
Segunda idea: nos describe la relación intensa que se da entre las tres órdenes y de una suerte de equilibrio entre los que oran, guerrean y trabajan, que permite mantener el orden social.
Tercera idea y principal: aparece en las cinco últimas líneas del texto y constituye la defensa que el autor realiza de este orden social amenazado, ahora, por el debilitamiento de las leyes y la desaparición de la paz.

3) Comentario propiamente dicho
Contexto histórico:
El texto es escrito en la época feudal, término que proviene de “foedus”, que significa pacto o tratado, y que hace alusión a la concesión de feudos, territorios con jurisdicción, a cambio de prestaciones políticas o militares. La división clara de la sociedad feudal, preconizada ya en el reinado de Carlomagno (768-814) asume que la tierra pertenece al príncipe, que la recibe de Dios, y que la cede a sus vasallos tras el juramento de fidelidad, y estos a su vez a sus siervos. El feudalismo que describimos alcanzó su madurez en el s. XI.
Comentario ideas:
En el texto que nos ocupa, Adalberon describe esta sociedad feudal y hace mención a cómo todas las órdenes de la sociedad se retroalimentaban en las necesidades mutuas que satisfacían. Así mismo muestra una clara preocupación por la ruptura de este equilibrio, y manifiesta su oposición a los cambios que se avecinan.
Acontecimientos relacionados:
No es casualidad que el texto se feche en los años previos al año 1000, un momento crucial de crisis sociales y económicas que aumentaron el fenómeno conocido como “Terror del año 1000”. Aunque se trata de un mito historiográfico algo exagerado, lo cierto es que, a partir de esa fecha simbólica, se comenzó a consolidar el medievo, iniciándose un proceso diferente al que había acontecido en los siglos anteriores.

4) Conclusión
El autor no se limita sólo a describir la sociedad feudal, sino que muestra claramente su oposición a los cambios. Esta parcialidad también queda reflejada en la subjetividad con la que describe a los siervos. Es decir, toma parte en el texto.
Hay que resaltar la importancia del mismo, puesto que nos permite conocer la sociedad de la época, así como la interrelación entre los diferentes órdenes.
Por otra parte, destacar la cercanía del autor al rey, al que se dirige. Tratándose de un personaje de grandes conocimientos podemos afirmar que el texto resulta bastante fiable, siempre teniendo en cuenta la visión subjetiva del autor.

Bibliografía
DONADO VARA, Julián y ECHEVARRÍA ARSUAGA, Ana: La Edad Media I (siglos V-XII). Madrid: Editorial Universitaria Ramón Areces, 2010 (1ª ed, 2ª reimpr).
ECHEVARRÍA, A. Y RODRIGUEZ, J.M.: Atlas histórico de la Edad Media. Madrid: Editorial Universitaria Ramón Areces, 2010.

Para terminar, si eliminamos los epígrafes y ligamos los diferentes apartados el comentario puede quedar así.
“Comentario de texto: los tres órdenes de la sociedad feudal”
Este documento es un fragmento de la obra “Carmen ad Robertum regem francorum”, escrito en el año 998 por Adalberon de Laon. Fue recogido por M. Artola en “Textos fundamentales para la Historia” editado en Madrid en 1968.
Se trata de un texto de carácter público, y es una fuente primaria. Puede ser considerado de carácter histórico-literario porque es subjetivo.
Su autor nació a mediados del S. X en Lorena. Fue discípulo de Gerbert (su metropolitano); estudió en Reims y perteneció al Cabildo Catedralicio de la catedral de Metz. Sus progresos le supusieron ser uno de los hombres más doctos o ilustres del reino, y supo granjearse el favor de Lotario, rey de Francia, quien en el 977 le nombró obispo de Laon. Gobernó en su iglesia durante 53 años, y murió en el 1030, un año antes que el rey Roberto II de Francia, al que dedicó este poema satírico en forma de diálogo. En él argumentó contra las reformas monásticas y episcopales de su época.
En el texto podemos diferenciar tres partes con una idea inicial recogida en las nueve primeras líneas que nos describe cómo estaba distribuida la sociedad feudal de la época. Se habla del orden eclesiástico compuesto por un solo cuerpo y de la sociedad en general dividida en tres órdenes: 1º los nobles (bellatores) encargados de salvaguardar la Iglesia, los fieles y el orden social; 2º los siervos o laboratores, encargados de trabajar para la obtención del alimento, y con una categoría social inferior; 3º el orden eclesiástico (oratores) del que se habla al principio. La segunda parte con otra idea nos describe la relación intensa que se da entre los tres órdenes y de un equilibrio entre los que oran, guerrean y trabajan, que permite mantener el orden social. En las cinco últimas líneas del texto aparece la que puede ser la idea principal, el autor defiende este orden social amenazado por el debilitamiento de las leyes y la desaparición de la paz.
El texto es escrito en la época feudal, término que proviene de “foedus”, que significa pacto o tratado, y que hace alusión a la concesión de feudos, territorios con jurisdicción, a cambio de prestaciones políticas o militares. La división de la sociedad feudal, preconizada ya en el reinado de Carlomagno (768-814) asume que la tierra pertenece al príncipe, que la recibe de Dios, y que la cede a sus vasallos tras el juramento de fidelidad, y estos a su vez a sus siervos. El feudalismo que describimos alcanzó su madurez en el s. XI.
Adalberon de Laon describe esta sociedad feudal y hace mención a cómo todos los órdenes de la sociedad satisfacían sus necesidades mutuas. Así mismo muestra una clara preocupación por la ruptura de este equilibrio, y manifiesta su oposición a los cambios que se avecinan.
No es casualidad que el texto se feche en los años previos al año 1000, un momento crucial de crisis sociales y económicas que aumentaron el fenómeno conocido como “Terror del año 1000”. Aunque se trata de un mito historiográfico algo exagerado, lo cierto es que, a partir de esa fecha simbólica, se comenzó a consolidar el medievo, iniciándose un proceso diferente al que había acontecido en los siglos anteriores.
      El autor no se limita sólo a describir la sociedad feudal, sino que muestra claramente su oposición a los cambios que se están produciendo. Esta subjetividad también queda reflejada en como describe a los siervos. Hay que resaltar la importancia del texto, puesto que nos permite conocer la sociedad de la época, así como la interrelación entre los diferentes órdenes. Por otra parte, hemos de destacar la cercanía del autor al rey, al que se dirige. Tratándose de un personaje de grandes conocimientos podemos afirmar que el texto resulta fiable, siempre teniendo en cuenta su visión personal.


jueves, 30 de noviembre de 2017

DEBERES Y DERECHOS DE UN VASALLO EN EL SIGLO XI

Roldán jura fidelidad a Carlomagno. Manuscrito de un cantar de gesta, c. siglo XIV. (Wikipedia)

El obispo de Chartres escribe (1020) a Guillermo duque de Aquitania, indicándole cuales son las obligaciones de los vasallos (Donado y Echevarría, 2014: 347)
…Quien jura fidelidad a su señor, debe recordar estas seis palabras: incólume, seguro, honesto, útil, fácil, posible.
Incólume, es decir que (el vasallo) no cause daño (a su señor) en lo que se refiere a su cuerpo.
Seguro, es decir que (el vasallo) no cause daño (a su señor) en las cosas secretas o en las fortalezas en las que puede sentirse seguro.
Honesto, es decir (el vasallo) no cause daño (a su señor) en lo tocante a la justicia o en lo que se refiera a su honestidad.
Útil, es decir que (el vasallo) no cause daño (a su señor) en lo referente a sus posesiones.
Fácil o posible, es decir que (el vasallo) no haga difícil lo que el señor podía haber hecho con facilidad, y que no haga imposible lo que podía haber sido posible.
En efecto, es cosa justa que el vasallo se abstenga de estos actos nocivos (hacia su señor); más no por esto merece que se le conceda un beneficio; pues, no basta abstenerse de cometer un mal, si no se realiza un bien.
Por otra parte, debe prestar fielmente su consejo y ayuda a su señor en los seis casos indicados, si quiere ser digno de obtener un beneficio y ser fiel a su juramento; también su señor debe hacer otro tanto en todos los casos, ya que, si no lo hace, en justicia, será considerado desleal, como aquel (el vasallo) si se sorprende contraviniendo estas reglas (será considerado), pérfido y perjuro.

Mario Sanfilippo. Il sistema feudale. Società Editrice Internazionale. Turín, 1983. p. 89. 

Clasificación del documento
Título: Deberes y derechos de un vasallo en el siglo XI
Autor: Fulberto de Chartres, fue alumno de Gerberto de Aurillac (gran intelectual del año mil, llegó a ser papa, Silvestre II). Fulberto es maestrescuela en la escuela episcopal de Chartres, llego a obispo en 1006, gracias al apoyo del Rey Roberto. Fue un erudito del que se conserva abundante correspondencia. Gran señor feudal el mismo y ligado a la vida política, fue especialista en las relaciones feudales y defensor de una determinada concepción de la paz y el orden feudal (Kaplan, 2004)
Mario Sanfilippo (Roma, 1930 - 2016). Licenciado en Historia Medieval y Moderna en la Universidad de Roma (1954). Otros estudios en Nápoles y Florencia. Profesor de Historia Universidad de Trieste. Colaboró ​​en diferentes periódicos y revistas. Publicó números ensayos y monografías, sobre el medievo y el feudalismo, entre otros temas.
Fecha: principios siglo XI
Tipo de documento: el texto comentado es de destino privado y fuente primaria. El trabajo compilador de Mario Sanfilippo, sería una fuente secundaria.
Temática general o naturaleza del texto: Histórico-literario

Esquema del texto o análisis del texto
La carta escrita por Fulberto como defensor de la paz y orden feudal, al duque de Aquitania Guillermo, posiblemente por encargo del Rey o de motu propio, por su buena relación con el Duque, plantea los derechos y deberes del vasallo con su señor. Idea secundaria.
Muestra a Guillermo duque de Aquitania (un territorio conflictivo) los compromisos que ha adquirido al jurar fidelidad y le advierte que con cumplir lo pactado no es suficiente, sino que además tiene que hacer el bien. Idea secundaria.
Para terminar, insiste en que además de en los seis puntos citados, el vasallo preste a su señor consejo y ayuda, si quiere ser digno del feudo y fiel a lo jurado. Y que el señor también debe de comportarse de igual modo en estas cosas con su vasallo. Si no, se tendrá por persona no cumplidora de sus promesas y el vasallo si no las cumple por traidor y desleal. El autor pone de manifiesto el carácter sinalagmático del contrato vasallático (ambas partes tienen obligaciones que cumplir).  Esta puede ser la idea principal. (Kaplan, 2004).
Fulbert en su catedral (Chartres, Bibliothèque municipale, Ms. 4, fol 94) (Wikipedia)
Comentario propiamente dicho
Contexto histórico
Desde finales del siglo X, el mayor problema de Hugo Capeto y sus sucesores Roberto (996-1031) y Enrique I (1031-1060), fue la consolidación de la dinastía y la búsqueda de un lugar político que les valiera, al menos, el respeto de los grandes señores del reino, porque los enfrentamientos con ellos fracasaban por el poderío de aquellos grandes príncipes que era a veces superior al del rey (Ladero, 2001). (Ver mapas de Francia siglo X-XIII)
En el siglo XI los feudos escapan progresivamente al control de los señores, para ir entrando en el patrimonio de los vasallos. Se van imponiendo los feudos hereditarios mediante el pago del relevium; renta anual de un feudo que debe pagar el heredero y nuevo vasallo. Este aumento de poder de los vasallos, muchas veces superior al de sus señores fue una fuente inevitable de conflictos (Kaplan, 2004).
También en este tiempo hay una alteración de la relación feudo-vasallática, pues cada vez más el beneficio o feudo, elemento real, tendrá más importancia y primacía sobre el elemento personal, el vasallaje. Asistimos en el siglo XI a una inversión de los términos, pesando más los aspectos económicos que los personales (Donado, 2014).
Comentario de las ideas principales y secundarias
En este momento de cambio de las relaciones feudo-vasalláticas, Fulberto como defensor de la paz y del orden feudal, escribe al duque de Aquitania Guillermo, recordándole los derechos y deberes del vasallo con su señor.
Fulberto, refuerza la responsabilidad adquirida con su señor, con el compromiso de que no es suficiente no hacer el mal, además tiene que hacer el bien como corresponde a todo noble que se precie.
Para terminar, el autor pone de manifiesto el carácter sinalagmático del contrato vasallático, ambas partes tienen obligaciones que cumplir. 
Los normandos en Sicilia (Wikipedia)
Acontecimientos relacionados
En este tiempo de debilidad de la monarquía franca y de cambios en el régimen feudal, los normandos desembarcan en Inglaterra y el 1 de octubre de 1066, Guillermo de Normandía derrota al rey de Inglaterra en Hastings y consigue el trono inglés.
Guillermo emprendió una serie de reformas en las estructuras políticas y sociales de Inglaterra, imponiendo un fuerte control en todo el territorio. Construyo castillos como centros administrativos y de poder, creando sobre esta estructura una administración más eficiente que el resto de monarquías de la época, convirtiéndose Inglaterra en la primera monarquía feudal propiamente dicha, con el rey en lo más alto de la pirámide feudal y bajo él, prestándole acatamiento, el resto de la nobleza. 
Escudo de Guillermo I el Conquistador (1066-1087) (Wikipedia)
Conclusión
La importancia del texto va en función del autor y del periodo histórico, en este caso Fulberto fue un erudito del que se conserva abundante correspondencia, como gran señor feudal estaba ligado a la vida política y fue un especialista en las relaciones feudales.
Su grado de fiabilidad es incuestionable teniendo en cuenta que es una carta personal y que por lo tanto no está sujeta a matices que quieran influir en lectores ajenos. 

Si quitamos lo epígrafes, simplificamos datos y damos cohesión al texto, el comentario puede quedar así:
“Deberes y derechos de un vasallo en el siglo XI”
Su autor Fulberto de Chartres, fue alumno de Gerberto de Aurillac (gran intelectual del año mil, que llego a ser papa como Silvestre II). Fulberto fue maestrescuela en la escuela episcopal de Chartres, llego a obispo en 1006 gracias al apoyo del Rey Roberto. Fue un erudito del que se conserva abundante correspondencia. Gran señor feudal y ligado a la vida política, fue especialista en las relaciones feudales y defensor de la paz y el orden feudal (Kaplan, 2004)
Fue escrito en el año 1020, es un documento con destino privado y una fuente primaria. Mientras que el trabajo compilador de Mario Sanfilippo es una fuente secundaria. Por su temática es Histórico-literario.
La carta escrita por Fulberto como defensor de la paz y del orden feudal al duque de Aquitania Guillermo, plantea los derechos y deberes del vasallo con su señor. Muestra a Guillermo duque de Aquitania los compromisos que ha adquirido al jurar fidelidad y le advierte que con cumplir lo pactado no es suficiente, además tiene que hacer el bien. 
Para terminar, insiste en que además de en los seis puntos citados, el vasallo preste a su señor consejo y ayuda, si quiere ser digno del feudo y fiel a lo jurado. Y que el señor también debe de comportarse de igual modo en estas cosas con su vasallo. Si no, se tendrá por persona no cumplidora de sus promesas y el vasallo si no las cumple por traidor y desleal. El autor pone de manifiesto el carácter sinalagmático del contrato vasallático (ambas partes tienen obligaciones que cumplir) (Kaplan, 2004). Este último párrafo puede ser la idea principal y el anterior las ideas secundarias.
Comenzamos el contexto histórico a finales del siglo X, cuando el mayor problema de Hugo Capeto y sus sucesores Roberto y Enrique I era la consolidación de la dinastía y la búsqueda de un lugar político que les valiera, al menos, el respeto de los grandes señores del reino, porque los enfrentamientos con ellos fracasaban por el poderío de aquellos grandes príncipes, a veces superior al del rey (Ladero, 2001). 
En el siglo XI los feudos escapan progresivamente al control de los señores para ir entrando en el patrimonio de los vasallos. Se van imponiendo los feudos hereditarios mediante el pago una renta. Este aumento de poder de los vasallos, muchas veces superior al de sus señores fue una fuente inevitable de conflictos (Kaplan, 2004). 
También en este tiempo hay una alteración de la relación feudo-vasallática, pues cada vez más el beneficio o feudo, tendrá más importancia y primacía sobre el vasallaje. Asistimos en el siglo XI a una inversión de los términos, pesando más los aspectos económicos que los personales (Donado, 2014). 
En este momento de cambio de las relaciones feudo-vasalláticas, Fulberto, como defensor de la paz y del orden feudal, escribe al duque de Aquitania Guillermo, recordándole los derechos y deberes del vasallo con su señor. Fulberto insiste en que no es suficiente con no hacer el mal, además tiene que hacer el bien como corresponde a todo noble que se precie. Para terminar, el autor pone de manifiesto que en el contrato vasallático ambas partes tienen obligaciones que cumplir. 
En este tiempo de debilidad de la monarquía franca y de cambios en el régimen feudal, los normandos desembarcan en Inglaterra y el 1 de octubre de 1066, Guillermo de Normandía derrota al rey de Inglaterra en Hastings y consigue el trono inglés. 
Guillermo emprendió en Inglaterra una serie de reformas en las estructuras políticas y sociales, imponiendo un fuerte control en todo el territorio mediante la construcción de castillos como centros administrativos y de poder. Creando sobre esta estructura una administración más eficiente que el resto de monarquías de la época, convirtiéndose Inglaterra en la primera monarquía feudal propiamente dicha, con el rey en lo más alto de la pirámide feudal y bajo él, prestándole acatamiento, el resto de la nobleza.
La importancia del texto va en función del autor y del periodo histórico, en este caso Fulberto fue un erudito del que se conserva abundante correspondencia. Como gran señor feudal estaba ligado a la vida política y fue un especialista en las relaciones feudales. Su grado de fiabilidad es incuestionable teniendo en cuenta que es una carta personal y que por lo tanto el texto no está sujeto a matices que quieran influir en lectores ajenos.

Bibliografía
DONADO VARA, Julián y ECHEVARRÍA ARSUAGA, Ana: La Edad Media I (siglos V-XII). Madrid: Editorial Universitaria Ramón Areces, 2014. (317-328). 
DUBY, G.: Atlas histórico. Madrid: Debate, 2001. (121 y 123)
ECHEVARRÍA, A. Y RODRIGUEZ, J.M.: Atlas histórico de la Edad Media. Madrid: Editorial Universitaria Ramón Areces, 2013. (108-112). 
KAPLAN, Michel (dir.): Edad Media, siglos IV-X. Granada: Universidad de Granada, 2004. (88-94) (104-105)
LADERO QUESADA, Miguel A: Historia Universal Edad Media. Volumen II. Barcelona: Vicens Vives, 2001. (357-360) (367)